Las rocas Representan las islas de Japón. También representan “el corazón”, “el espíritu” o “la mente”.
La vegetación Además de anunciar las estaciones del año, representa “la vida” y “la eternidad”.
Busca una base sólida, como la madera, y define el tamaño de la misma. Utiliza arena de un solo color o de distintos tonos para rellenarla. Se recomienda no utilizar más de tres colores y de la misma gama de tonos para evocar tranquilidad. Para conseguir el equilibrio, utiliza piedras o rocas pulidas (no más de tres) y rastrilla la arena, creando círculos. Los minijardines zen sirven para que tú puedas jugar con ellos y relajarte mientras cambias, cada día o semana, la forma de la arena con el rastrillo.
La base de tu jardín zen deberá estar compuesta con la arena o grava indicada Consigue cascajo blanco, negro o rojo; piedra mármol blanca y grava.
Para que un jardín zen genere espíritu de equilibrio, coloca dos o tres piedras de distinta granulometría. Las piedras de mar y las rocas decorativas son una excelente opción.
Muchos jardines zen están compuestos solo por materiales no orgánicos, pero si lo que deseas es darle un poco de vida a ese ambiente relajante, busca cubresuelos (como la grama japonesa y la dichondra) y decora con un solo árbol, como un bonsái de laureles. El césped artificial, le aportará color y combina perfectamente con el resto de elementos.