Con el calor, muchas flores, hojas y ramas se secan inevitablemente. En el caso del césped natural, si no las eliminas, el jardín parecerá envejecido -cosa que no pasa con el jardín de césped artificial por qué no se puede secar-. Corta las plantas superpobladas del macizo, o las que hayan desarrollado tallos demasiado largos en relación con el tamaño de la mata. En el estanque, corrige en nivel de agua que se haya perdido por evaporación. Y por último, aprovecha y acoda las carnosas, enterrando parte de los tallos para que enraícen.