Desde hace ya unos años, tanto la UEFA como la FIFA aprueban la utilización de este tipo de superficies en las competiciones, donde este pavimento ha ido ganando enteros. Repasamos los últimos hitos en este tema.
Hace cinco años, las máximas autoridades del fútbol en Europa (UEFA) y el mundo (FIFA) permitieron el uso del césped artificial en las competiciones internacionales. Así, en la Copa del Mundo Sub-20, celebrada en el 2007 en Canadá, más de la mitad de los partidos (29 de 52) se disputaron sobre este tipo de campos de fútbol, registrándose un promedio mayor de goles y menor de lesiones en los terrenos artificial que en los naturales, como puso de relieve la FIFA en sus informes. Dos de los campos artificiales que más partidos acogieron fueron el BMO Field de Toronto y el Olímpico de Montreal..
La creciente penetración del césped sintético en el fútbol profesional ha sido posible gracias al concepto de calidad FIFA Recommended (1 y 2 estrellas), que acredita si un campo artificial cumple las condiciones idóneas de juego. Así, el Estadio Olímpico Luzhniki de Moscú, cuenta con este sello acreditativo. En él se disputan los partidos oficiales de dos históricos del fútbol, el Spartak y el Torpedo de Moscú, así como de la selección rusa. El campo marcó un antes y un después en el 2007, cuando acogió un encuentro clasificatorio para la Eurocopa 2008 Austria-Suiza que enfrentó a las selecciones de Rusia e Inglaterra. Sobre el césped artificial jugaron futbolistas de la talla de Rooney, Pavlyuchenko, Gerrard, Joe Cole o Campbell.