Hay especies con raíces superficiales que tienen más riesgo de sucumbir ante la falta de agua o un golpe de calor. El césped artificial puede soportar grandes temperaturas que especies naturales de césped no podrían hacerlo. Es el caso de hortensias, rododendros y azaleas. Conviene protegerlos con un acolchado sintético u orgánico. Hazlo así:
1-Prepara un cerco alrededor del arbusto de más o menos el ancho de la copa, que corresponde a la extensión de las raíces.
2-Pasa un rastrillo con suavidad para eliminar las malas hierbas que haya en esa zona. Luego, riega y aplica un fertilizante de acción lenta.
3-Extiende, al pie del árbol, un lecho del material elegido: paja, compost, virutas, césped,… Tendrás al menos 10cm de espesor.